En la hermosa y mística tierra de Jordania, existe una tradición milenaria que se ha mantenido intacta a través de los años: la de recibir a los invitados con café árabe y dulces. Esta costumbre es una muestra de la hospitalidad y generosidad que caracteriza a los jordanos, quienes ven en el acto de compartir un café y unos dulces una forma de acoger y dar la bienvenida a sus visitantes.
Para el turista aventurero que se adentra en las calles de Jordania, esta tradición puede ser una experiencia única y enriquecedora. Al ser recibido con un café árabe, el viajero puede sentirse como en casa, pero al mismo tiempo, descubrirá una nueva cultura y una forma diferente de disfrutar de esta popular bebida.
El café árabe, una bebida con historia
El café es una bebida que ha estado presente en la cultura árabe desde tiempos antiguos. Se dice que su origen se remonta al siglo XV, en Yemen, y desde entonces se ha convertido en una parte esencial de la vida cotidiana en los países árabes, incluyendo Jordania.
El café árabe es una mezcla de granos de café tostados y molidos, que se prepara en un recipiente especial llamado jezve, y se sirve en pequeñas tazas sin asa. Lo que hace única a esta bebida es la forma en que se prepara, ya que se hierve junto con azúcar y especias como cardamomo, canela y clavo de olor, lo que le da un sabor dulce y aromático.
En Jordania, el café árabe es más que una simple bebida, es un símbolo de hospitalidad y amistad. Es común que las familias jordanas reciban a sus invitados con una taza de café y una charla amena, compartiendo historias y tradiciones.
Los dulces, un acompañante perfecto
Pero el café árabe no viene solo, siempre viene acompañado de una bandeja llena de deliciosos dulces. Estos dulces pueden variar según la región de Jordania, pero algunos de los más populares son los baklava, hojaldres rellenos de nueces y bañados en almíbar; los kanafeh, un postre hecho con queso y pasta filo; y los basbousa, un pastel de sémola y almendras.
Los jordanos ven en los dulces una forma de demostrar su hospitalidad y su generosidad. Al compartir estos deliciosos postres con sus invitados, están mostrando su agradecimiento y su deseo de que se sientan bienvenidos y cómodos.
Una tradición que se mantiene viva
A pesar de los cambios y la modernización, la tradición de recibir a los invitados con café árabe y dulces sigue siendo muy importante en la cultura jordana. Incluso en los hoteles y restaurantes, es común que se ofrezca café árabe y dulces como parte de la bienvenida a los turistas.
Para el turista aventurero, esta tradición puede ser una forma de sumergirse en la cultura local y conocer de cerca las costumbres y tradiciones de Jordania. Además, es una oportunidad perfecta para probar sabores nuevos y experimentar la hospitalidad jordana de primera mano.
Pensando en el turista
Jordania es un destino turístico cada vez más popular, y es fácil entender por qué. Con sus paisajes impresionantes, su rica historia y su gente amable y acogedora, este país es un lugar perfecto para los viajeros que buscan experiencias auténticas y enriquecedoras.
Para el turista aventurero, Jordania ofrece una variedad de actividades emocionantes, como explorar la antigua ciudad de Petra, hacer senderismo en el desierto de Wadi Rum, o sumergirse en las aguas cristalinas del Mar Rojo. Pero también ofrece la oportunidad de conocer y experimentar su cultura, como la tradición de recibir a los invitados con café árabe y dulces.
En definitiva, la tradición de recibir a los invitados con café árabe y dulces en Jordania es una muestra de la calidez y la generosidad de su gente. Una experiencia que todo turista aventurero debería vivir al visitar este maravilloso país.